Sabemos que cada piedra tiene su propia energía, nos ayuda a conectar con nuestras distintas emociones y canalizar energías positivas. Por ejemplo el aguamarina, la cual nos ayuda a incrementar nuestra sensibilidad, el rubí a encontrar alegría en nuestro caminar por la vida
y la esmeralda, la cual se relaciona con la buena suerte.
Llegó a nosotras una pregunta, ¿qué pasaría si juntáramos estas energías? Nos gusta imaginar que algo mágico sucede en el momento que estas energías comienzan a trabajar juntas, creando no sólo una hermosa pieza con distintos colores, sino también Sinergia al combinarse la energía de cada piedra y así formar algo mucho más grande.
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